Cochinilla rosada

Es originaria del sur de Asia, se ha reportado en el Caribe tropical y en algunos países de América en el Hemisferio Occidental. Desde su llegada a Granada en 1994, se ha dispersado a Guyana en Sur América y 14 islas más del Caribe, en 1999 a Trinidad y Tobago, Belice Estados Unidos y México.

La primera detección en México de la plaga, fue en diciembre de 1999, en la ciudad de Mexicali, Baja California, lugar donde hasta la fecha se ha mantenido bajo control y restringida en áreas urbanas. Su presencia represento una amenaza para aproximadamente 762 mil ha establecidas en 1999, de hospederos preferenciales como guanábana, guayaba, hortalizas, Jamaica, jícama, lima, limón, mandarina, mango, naranja y viveros (SIAP, 1999). Tras su detección en Mexicali, se presentaron brotes en Bahía de Banderas, Nayarit y Puerto Vallarta, Jalisco en el 2004, por lo que se implementó un plan regional emergente contra esta plaga, que comprendía las acciones de monitoreo, podas, control químico, eliminación de hospederos y quema total de árboles infestados.

Para el año 2006, la plaga se encontraba presente y sujeta a reglamentación en cinco estados de la República Mexicana. Actualmente, se encuentra presente en 13 estados (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Colima, Campeche Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán), siendo los estados de Campeche, Tamaulipas, Veracruz y Baja California Sur, de reciente detección.

Para el año 2013, la campaña opera en los estados de Baja California, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Colima, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán,con los objetivos de reducir los niveles de infestación en las zonas bajo control fitosanitario para mejorar el estatus;empleando la estrategia operativa que incluye el Manejo Integrado de Plagas (MIP) el cual señala "la cuidadosa consideración de todas las técnicas disponibles para combatir las plagas y la posterior integración de medidas apropiadas que disminuyen el desarrollo de poblaciones de plagas y mantienen el empleo de plaguicidas y otras intervenciones a niveles económicamente justificados y que reducen al mínimo los riesgos para la salud humana y el ambiente". En el MIP se integran métodos de lucha contra las plagas, compatibles y de preferencia que no sean nocivos para el medio ambiente y se adaptan a las condiciones agroecológicas y socioeconómicas de cada situación específica (FAO, 2005).

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